Se ubica a las afueras de San Miguel, es una reserva ecológica y jardín botánico que funciona con fondos privados; dedicada a la restauración y conservación de la flora mexicana y fomenta la reproducción de las especies en peligro de extinción. El amplio terreno alberga un conservatorio de cactáceas, agaváceas y suculentas mexicanas, restos de un molino y el casco de una hacienda. Es hogar de aves nativas y migratorias. Todo el terreno está unido por medio de caminos ideales para las caminatas y permite escalar los muros del cañón el cual ofrece excelentes oportunidades de observación de aves.