Admira el Centro Histórico de Puebla, un lugar lleno de simbolismos. Tiene 2,619 inmuebles catalogados, de los cuales 61 son de uso religioso, distribuidos en 391 manzanas.
Se le reconoce como la cuna del barroco mexicano, un estilo europeo que en México alcanzó su esplendor y que se desarrolló desde la arquitectura, pintura, escultura y música, hasta la forma de vestir. Sin embargo, fue en la arquitectura religiosa donde alcanzó su mayor auge y el mejor ejemplo lo encontramos en su Capilla del Rosario, nombrada por el Papa Juan Pablo II como “El Relicario de América” y por muchos otros, como la Octava Maravilla del Nuevo Mundo. Única en su tipo por la ornamentación a base de estuco y laminillas de oro.
Ahora, algunos notables edificios han sido convertidos en restaurantes especializados en la típica gastronomía poblana en donde degustarás chile en nogada, chalupas, cemitas poblanas, mole de caderas, pipián, u hojaldras, así como sus dulces típicos: cocadas, gaznates, jamoncillos, camote, muégano, o tortitas de Santa Clara; otros expenden bellos textiles de Hueyapan, piezas bordadas con telar de cintura y teñidos con colores naturales provenientes de plantas endémicas, y en otros más encontramos artesanías como talavera poblana, barro policromado, barro bruñido, papel amate, cestería y piezas en ónix.