Uno de los grandes atractivos de Oaxaca es su arte culinario. El queso Oaxaca o quesillo es un queso de hebra que es el símbolo lácteo del estado, ampliamente utilizado en la receta del queso flameado. Oaxaca es «la tierra de los siete moles», una variedad que va desde al amarillo hasta el negro, pasando por el verde, el coloradito, el rojo, el chichilo y el mancha manteles. Otra especialidad son los chapulines, unos saltamontes que son recogidos en los maizales, que se comen frescos, fritos y en tortillas. Tu visita a Oaxaca no estará completa hasta que degustes estos insectos en cualquiera de sus recetas.