Joya del Barroco Potosino, el Templo del Carmen fue edificado gracias a la munificencia de Don Nicolas Fernando Torre quien al llegar de España, se instalo por un tiempo en San Luis Potosí, casando al tiempo con Doña Gertrudis Maldonado Zapata, hizo fortuna contando en su haber con la Hacienda de Peotillos y del Pozo. Al morir no contaba con descendencia por lo que ordeno en su testamento que se fundara en esta Ciudad un Convento Carmelita y un Colegio para niñas educandas de San Nicolas por lo que hereda la Hacienda de Pozo del Carmen a los Carmelitas, así como los bienes necesarios para llevar acabo estas acciones. El Rey Felipe V en 1746 dio su beneplacito para la fundación. El Maestro José Lorenzo, indigena procedente del Pueblo de San Sebastian dirigio la obra de esta maravilla. En su interior existen varios oleos de Vallejo y Juarez y el bellisimo camarín de la Virgen del Carmen, el cual fue restaurado identico al original tras un incendio en 1950.
La fachada esta integrada por tres cuerpos horizontales superpuestos con remate triangular. En el primer cuadro se encuentran 4 columnas salomonicas dos a cada lado de la puerta, y en los intercolumnios, sendos nichos, con San Elías y San Eliseo, su discípulo.
En el segundo y tercer cuerpos las pilastras estípites que los dividen se superponen en estricto alineamiento vertical. El frontispicio remata en un gran ángulo abierto, dentro del cual se ven seis ángeles en acritud de descubrir, sosteniéndolo, una especie de velo rígido, con Dios Padre al centro. En la cima, la escultura de San Miguel Arcángel.
A principios del S. XIX el altar original fue sustituido por un altar Neoclasico de Tres Guerras, de quien al interior también se cuentan oleos. Aun se conserva el retablo dedicado a los siete principes o arcangeles.
En 2017 la Portada Josefina fue restaurada por el H. Ayuntamiento de la Capital.