La Parroquia original se construyó a finales del siglo XVII, de estilo barroco, compuesta por dos torres. Tuvo un cambio debido a un problema estructural, y en 1880 por iniciativa del Señor Obispo Diez de Sollano y Davalos, encomendó al maestro albañil Don Zeferino Gutiérrez Muñoz, arquitecto autodidacta, diseño fachada actual. Se dice que Don Zeferino Gutiérrez se inspiró en dibujos, grabados y tarjetas postales de catedrales europeas. La resultante fantasía neogótica, cuyas torres se pueden ver de casi cualquier lugar de la ciudad, ha hecho de la parroquia una de las iglesias más icónicas y fotografiadas de México.